Piel seca vs. deshidratada: en verano, intensifica la hidratación corporal

Piel seca vs. deshidratada: en verano, intensifica la hidratación corporal

En estas fechas, los especialistas en dermoestética hablamos mucho de protección solar y en ocasiones obviamos la sequedad cutánea –consecuencia de la piel deshidratada, que no piel seca–, el peor enemigo que tiene la piel después del sol. La leche corporal hidratante es un básico del que no podemos prescindir durante los meses estivales porque continúa siendo el único secreto y producto básico para mantener la piel bien hidratada. Así que, en verano, intensifica la hidratación corporal.

Piel seca vs. piel deshidratada

En verano, quién más, quién menos, todos y todas padecemos de piel seca o, hablando con propiedad, de piel deshidratada. Cuando describimos una piel seca o muy seca designamos una condición permanente fruto de un mal funcionamiento cutáneo que hace que a la piel le falte agua y lípidos (sebo), produciendo molestias como tirantez y descamación, y en los casos más graves, mucha aspereza e irritaciones.

La piel deshidratada, sin embargo, es un fenómeno que nos puede afectar a todos –¡y de hecho, nos afecta!– en un momento puntual, por mala fijación o pérdida del agua, debido a una patología cutánea temporal, alguna carencia nutricional, la ingesta de determinados tipos de medicamentos, pero fundamentalmente, los factores climáticos y ambientales del verano y el agua. ¡Sí, el agua! ¿Te sorprende? Pues continúa leyendo.

La piel seca suele ser innata, es decir, se produce por predisposición genética. Mientras que la piel deshidratada es la alteración de una piel normal adquirida por un factor externo, ya sea por cambios ambientales o de hábitos cotidianos.

Quien padece de piel seca o muy seca suele ser muy riguroso o rigurosa en sus cuidados. Pero seamos sinceros y que levante la mano quien se esmere o tenga especial cuidado en intensificar la hidratación corporal para evitar la piel deshidratada en verano. Jajaja, no pasa nada. Es una evidencia contrastada que a la hidratación corporal no le damos tanta importancia como a la rutina diaria de belleza y cuidado del rostro. Durante todo el año, pero menos aún durante los meses de verano.  

Pero, ¿es cierto que el agua nos reseca la piel en verano? Sí, es cierto

Que sea el propio agua el que reseque la piel puede resultar chocante, pero comprenderás rápido su lógica. Las temperaturas altas combinadas con la acción del sol son la principal causa de la sequedad de la piel. Cada tipo de piel se ve afectada de distinta manera, pero en todas se producirá una estimulación de las glándulas sebáceas y un aumento de la sudoración. Este proceso lo realiza el organismo de forma natural para equilibrar la temperatura y mantenerla en su nivel óptimo: nuestro cuerpo suda a través de las glándulas sudoríparas para evaporar de nuestro cuerpo el calor y las glándulas sebáceas contribuyen aportando sebo para que en este proceso la piel no se reseque en exceso

Que la piel transpire es de vital importancia para el organismo, pero como en sus secreciones las glándulas sudoríparas y sebáceas eliminan también toxinas e impurezas, nos sentimos incómodos, molestos y pegajosos. La forma más sencilla y práctica de quitarnos esa sensación es tomando un ducha o un baño, en esta época ya en la piscina o en el mar, si tenemos esa oportunidad. Volvemos a sentirnos limpios y momentáneamente frescos, pero con el agua –y con el jabón, en el caso de ducha– eliminamos ese manto natural protector de la piel que la mantiene hidratada, resecándola.

En la ducha o el baño de casa, suelen ser los jabones líquidos los que eliminan la capa de lípidos naturales de la piel, la mayoría por los surfactantes que contienen, que la secan demasiado. En las piscinas es el cloro el que reseca nuestra piel y en el mar, aunque son múltiples los beneficios del agua marina para el organismo, es el propio salitre con su potente efecto exfoliante el que, combinado con la acción secante del sol, deshidrata y tensiona la piel, resquebrajándola.  

La solución: intensificar la hidratación corporal

Pese a las muchas recomendaciones que hacen los especialistas de evitar lo que se denomina “higiene excesiva”, en UANA Cosmética no nos atreveremos nunca a aconsejarte que en verano no te duches dos o más veces al día, si es tu gusto. Lo que sí que te recomendamos es no enjabonarte todo el cuerpo cada vez que te metas debajo de la ducha. Poco jabón, solo en axilas, genitales y pies, y por el resto del cuerpo dejar correr el agua para lograr ese efecto refrescante sin arrastrar el manto natural protector de la piel. Las duchas, cuanto más cortas mejor, nada de quedarse media hora debajo del agua, y después secar la piel de forma suave, mejor a toquecitos, que frotando.

Por supuesto, siempre hay que ducharse después de bañarse en la piscina o en el mar para eliminar los restos de cloro y salitre que, para más inri, se habrán mezclado con las cremas protectoras de sol. Esto es muy importante hacerlo cada vez que se acaba el baño, una costumbre que tenemos en piscinas, pero no en el mar, donde lo más frecuente es pasar por la ducha solo al final de la sesión de playa.

Y lo fundamental, una vez o dos al día, reforzar esa capa protectora o manto hidrolipídico natural del que llevamos hablando todo el post con nuestra leche corporal hidratante, de modo que la piel quede protegida del agua, del calor y del exceso de temperatura. En verano descartamos totalmente los aceites y a poder ser las cremas, mucho más oclusivas, y optamos por la leche corporal por ser más humectante, logrando contribuir a mantener el grado óptimo de humedad que necesita la piel. Por supuesto, nuestra recomendación es la Leche Corporal Hidratante de UANA Cosmética, dadas las propiedades reparadoras de sus principios activos naturales. Porque la clave de intensificar la hidratación corporal pasa precisamente por ahí, por nutrir y reparar, además de hidratar, dado que cierto grado de deshidratación no va a poder evitarse en momentos puntuales.

Hasta la semana que viene, amig@s.

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