Cuidado de la piel durante el embarazo y lactancia

En Uana tenemos claro que los pilares básicos de una piel bien cuidada son la limpieza, hidratación y prevenir la oxidación.

Todos nuestros cosméticos son seguros y están formulados con ingredientes hidratantes, nutritivos, antioxidantes y antiedad aptos para el embarazo y la lactancia. Están pensados para mantener la barrera cutánea en óptimas condiciones.

Es común que la piel esté más sensible durante el embarazo, con alteraciones como irritaciones, rojeces, picazón, acné, melasma...Todo esto ocasionado por el aumento de la progesterona, principalmente durante el primer trimestre del embarazo.

A partir del cuarto mes, con el incremento de los estrógenos, suele comenzar un periodo de mayor bienestar cutáneo, pero pueden persistir irritaciones.

¿Son seguros mis cosméticos?

La gran mayoría de productos que se comercializan pasan controles de calidad y se añaden en cantidades que se han determinado como seguras, además, continuamente se recogen efectos adversos y se actualiza la regulación cosmética sobre los ingredientes más controvertidos. En Uana, ningún ingrediente controversial está entre nuestros productos.

Los estudios que se realizan nos han permitido conocer que hay algunos ingredientes que conviene evitar en nuestra rutina para evitar problemas durante el embarazo. Hablemos de ellos:

ACTIVOS A EVITAR DURANTE EL EMBARAZO Y LACTANCIA

  • Retinoides (retinol, retinyl palmitato, ésteres de retinol y ácido retinóico). Los retinoides vía oral son teratógenos (pueden provocar malformaciones en el feto). Por precaución se desaconseja su uso a nivel tópico, aunque su paso al torrente sanguíneo sea mínimo.
  • Ácido salicílico. Presente en cosméticos para pieles grasas y con imperfecciones (mejora los granitos y la textura de la piel debido a su acción exfoliante) y también está presente en champús por su acción anticaspa. Se recomienda usar a bajas concentraciones, 2% o menos, sólo durante poco tiempo y en áreas corporales muy reducidas. El uso en champús no supondría mucho problema, pero sí en cremas y otros cosméticos que no se enjuagan. Consulta con tu dermatólogo en este caso para evitar problemas.
  • Oxibenzona. Este compuesto y sus derivados son un filtro solar ultravioleta (UV) químico. Los efectos potencialmente adversos para la salud y el medio ambiente ponen a este ingrediente en el punto de mira. Puede atravesar la barrera de la piel y la placenta y se han reportado casos de reacciones alérgicas por contacto. También está asociado con la enfermedad de Hirschsprung (obstrucción del intestino grueso). Durante el embarazo y la lactancia mejor evitarlo.
  • Hidroquinona. Es un potente despigmentante que actúa directamente sobre la producción de melanina. Se utiliza para tratar melasma, léntigo etc. Es muy común la aparición de melasma en la cara durante el embarazo debido a la acción de los estrógenos. No se recomienda su uso durante el embarazo y no se han realizado estudios suficientes de seguridad sobre su uso tópico durante la lactancia, por lo que se recomienda evitarlos por precaución.
  •  Aceites esenciales. Durante el embarazo hay una larga lista de aceites esenciales contraindicados por precaución ya que pueden interferir en los niveles hormonales o incluso aumentar el riesgo de aborto. Algunos aceites esenciales se pueden oler (aromaterapia) y aplicar en la piel desde el primer momento del embarazo, como el de limón, árbol de té o tomillo, incluso tienen propiedades beneficiosas para mejorar, por ejemplo, las náuseas propias de muchas embarazadas. En cambio, la vía oral requiere mucha más prudencia. Por lo general, desaconsejamos su uso tópico si no se está bajo el adecuado asesoramiento.

Puede que llegado este punto estés pensando:

¿Y qué hago si se me ha desatado un acné galopante durante el embarazo o las manchas se han apoderado de mis mejillas? ¿Tengo que resignarme a tener la piel así mientras dure el embarazo? NO NECESARIAMENTE.

Vamos a daros ideas de cómo podemos sustituir estos ingredientes por otros que tienen una acción similar sin riesgo para el feto.

ACTIVOS APTOS DURANTE EL EMBARAZO Y LACTANCIA

  • Alfahidroxiácidos (AHA). Como el ácido glicólico y el ácido láctico. Con acción queratolítica (exfoliación superficial que mejora la apariencia de la piel y regula la secreción sebácea) estimula la producción de colágeno y elastina, mejora los brotes de acné y las lineas finas de expresión. El ácido láctico presenta también acción exfoliante y despigmentante, pero es más suave y está indicado para pieles sensibles con tendencia a las rojeces.
  • Ácido azelaico y mandélico (AHA) (manchas, acné y rosácea). Acción exfoliante, antiedad y despigmentante para pieles sensibles. También para pieles con patologías como rosácea o dermatitis son la opción más indicada, siendo el ácido azelaico especialmente indicado para mejorar el melasma.
  • Vitamina C,E, aceite de semilla de uva, aceite de zanahoria, jengibre: Utilizados como complemento a los ácidos, son potentes antioxidantes que mejoran la luminosidad de la piel, inhibiendo las enzimas responsables de la formación de la hiperpigmentación.
  • Filtros solares físicos o inorgánicos. Como el óxido de zinc y el óxido de titanio.  Algunos protectores solares que presentan en su composición únicamente filtros físicos se venden como “protector solar mineral“, debido a que este es su origen.Al aplicarse sobre la piel, reflejan y dispersan la radiación ultravioleta (UVA y UVB) e infrarroja evitando que esta se dañe. En los filtros inorgánicos no se ha encontrado riesgo de alergia en la piel, por lo que son seguros en niños y personas con pieles sensibles.

Esperamos que estas recomendaciones os sirvan para tener más claro que ingredientes elegir o evitar durante el embarazo y lactancia y ante la duda, consultar con tu ginecólogo o dermatólogo.

¡Hasta el próximo post!

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