¿Existe la cosmética hipoalergénica?

Por hipoalergénico se entiende un tratamiento que ha sido especialmente formulado para que no produzca reacciones alérgicas. Sin embargo, no existe ningún producto cosmético que garantice al ciento por cien que no va a causar hipersensibilidad. ¿En qué quedamos entonces? ¿Existe o no existe la cosmética hipoalergénica? Sí y no, por eso es importante saber qué significa exactamente el término “hipoalergénico”.  

Qué es la cosmética hipoalergénica y qué es la alergia a los cosméticos

Según la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME), el término “hipoalergénico” define “la minimización del riesgo de padecer una reacción alérgica”. Atendiendo a esto último, “la cosmética hipoalergénica sería aquella que produce menos reacciones alérgicas que otra cosmética de similares propiedades (hidratante, antiedad, etc…)”. 

Este tipo de cosmética no está regulada por ninguna normativa, lo que significa que su veracidad a la hora de definirse como “cosmética hipoalergénica” depende únicamente de la ética y profesionalidad de la firma cosmética. A nivel europeo, lo que único que existe es la obligación de incluir en todos los envases el INCI (Internacional Nomenclature Cosmetic Ingredient) o, lo que es lo mismo, la nomenclatura internacional de ingredientes cosméticos, situando siempre en orden –de mayor a menor concentración– los ingredientes que contiene el producto cosmético. Cuanto más arriba está un principio activo, mayor concentración del mismo hay en la formulación. De esta forma se entiende que el usuario puede conocer si el producto contiene algún ingrediente al que es intolerante. 

La cosa se complica un poco más si tomamos de referencia a la Academia Española de Dermatología y pretendemos definir qué es la alergia a los cosméticos, que en medicina se entiende como “la dermatitis o el eccema de contacto que se produce al inflamarse la piel al entrar en contacto con una sustancia”. Esta dermatitis de contacto es alérgica si hay una reacción inmune de la piel al contactar con la sustancia alérgena –se estima que afecta al 0,03% de la población–. Pero es muy importante distinguirla de una simple dermatitis irritante, que es la más frecuente y la que se produce por contacto continuado con un producto irritante. Un ejemplo exagerado, pero muy visible, de esto último es la dermatitis irritativa que sufren en las manos muchas mujeres por usar de forma continuada y durante años productos de limpieza sin guantes. Con el tiempo, desarrollan una dermatitis irritante, pero no propiamente una alergia. Dicho esto, la única forma de distinguir una alergia de una dermatitis irritante es haciéndose las pruebas clínicas correspondientes. 

¿Qué ingredientes nos pueden producir alergia o dermatitis irritante?

A una persona que padece realmente alergia, cualquier cosmético que contenga el alérgeno ante el cual el sistema inmunitario de su piel reacciona para defenderse de ese agente extraño o peligroso. Es muy importante que lo determine el alergólogo dado que, a priori, hasta la cosmética natural ecológica puede producir en estos casos alergias y es fundamental aislar, no solo el alérgeno que la causa, sino todos los ingredientes de la misma familia botánica. Por ejemplo, quién tenga alergia a la menta, es muy probable que también la tenga al romero, al tomillo, a la salvia o a la hierbabuena. Las reacciones, al tratarse de cremas, se producen siempre a nivel local, al principio más leves y agravándose solo a medida que se continúa aplicando el cosmético que incluye el alérgeno.

Pero más allá de los alérgenos específicos que causan hipersensibilidades concretas, existen una serie de ingredientes muy frecuentes en la cosmética facial tradicional que son causa de dermatitis irritantes. Los parabenos son los más importantes, seguidos del formaldehido, todos ellos conservantes.  Si se permite su uso es porque su capacidad de sensibilización es supuestamente muy baja (ronda el 1%), pero a base de usar uno o varios productos, día y noche, dentro de lo que es una buena rutina de belleza diaria, van generando hipersensibilidad por contacto continuado y produciendo las desagradables dermatitis de contacto. En estos casos, al existir hipersensibilización, las reacciones son inmediatas y, en la cara, se localizan fundamentalmente en los párpados.

UANA, cosmética sin alérgenos

UANA Cosmética cuida tu piel –y la del planeta, no nos cansaremos nunca de repetirlo– utilizando únicamente ingredientes de origen natural y procedentes de agricultura ecológica. La cosmética UANA no incluye ni conservantes, ni perfumes añadidos, dado que en su formulación se rechaza cualquier tipo de ingrediente sintético o químico. Además, al provenir todos los ingredientes de agricultura ecológica, estos últimos no contienen ni siquiera pequeñas trazas de tóxicos sensibilizantes, al prescindir en sus cultivos de pesticidas y fertilizantes.

En nuestras fórmulas, todos los ingredientes han sido sometidos a pruebas de alérgenos según las recomendaciones de la reglamentación europea, usando únicamente materias primas hipoalergénicas, dermatológicamente testadas en pruebas y estudios clínicos que garantizan y avalan la tolerancia de sus usuarios. Como en toda la dermoestética hipoalergénica que se emplea en hidratación cutánea, nuestras cremas son muy ricas, además, en agentes calmantes e hidratantes, de alto contenido en vitamina E. Es por ello, que su aplicación repetida no induce a dermatitis irritantes, siendo su compatibilidad excelente hasta en las pieles más sensibles y sensibilizadas. 

Para terminar, queremos confesaros que, hasta la fecha, no nos consta ninguna reacción alérgica. El listado de ingredientes, bien visible en todos los productos, está indicado en nomenclatura INCI para que todas las personas puedan detectar, si son alérgicas, el alérgeno al que son sensibles. Lo que no quita nunca para que, si tenéis algún problema de sensibilidad, por favor, nos lo hagáis saber siempre. Nuestro punto débil es no darnos por satisfechos nunca y continuar mejorando siempre. Y para ello, contamos contigo.