Características de una piel madura

El envejecimiento es irreversible. El paso del tiempo afecta a la apariencia de la piel y, poco a poco van apareciendo los signos de la edad conforme vamos cumpliendo años. Aceptar las consecuencias del paso del tiempo en la piel nos aporta mucha paz mental y amor propio. Lo cual, puede ser complicado, pero es un auténtico acto revolucionario que te hará pasar al siguiente nivel de aceptación y seguridad.

Pero, ¿qué le ocurre a la piel cuando madura? Hablemos sobre el envejecimiento:

¿QUÉ CAMBIA EN UNA PIEL MADURA?

La piel madura, en general, tiene disminuida su capacidad funcional, está más expuesta a los factores ambientales y tiende a desarrollar ciertas enfermedades cutáneas.

Se caracteriza por ser seca y áspera al tacto, tener arrugas y haber adquirido una cierta tonalidad amarillenta, que se agrava con irregularidades en la pigmentación. Con el paso del tiempo, la piel pierde elasticidad, turgencia y tonicidad, es más frágil y cicatriza peor. Sus capilares sanguíneos se dilatan más, dando lugar a «venitas», conocida como cuperosis.

TIPOS DE ENVEJECIMIENTO:

La piel sufre dos tipos de envejecimiento: extrínseco e intrínseco. El primero es producido por factores externos al organismo (clima, radiación solar, hábitos de vida no saludables…) Y el segundo, por el paso natural del tiempo, el fototipo y la producción de hormonas.

CAMBIOS MORFOLÓGICOS EN UNA PIEL MADURA:

Ambos tipos de envejecimiento provocan cambios en la piel. Estos cambios se pueden describir según las capas de la piel afectadas.

  • Epidermis (capas más externa):

La epidermis suele estar seca y escamosa, sobre todo en zonas de baja humedad. Las células que la conforman (queratinocitos) se aplanan, reducen su tamaño y se dividen más lentamente. Se altera la composición de lípidos y ceramidas, lo que, unido a la disminución en el ritmo de descamación, puede provocar hiperqueratosis (engrosamiento de la capa externa de la piel). Disminuyen los componentes del Factor Hidratante Natural (FHN), induciendo a la pérdida de agua transepidérmica y a la consiguiente deshidratación. Descienden los melanocitos activos (células productoras de melanina, pigmento que oscurece la piel y nos protege del sol), del orden de un 10-20% cada 10 años, quedando la piel más desprotegida frente a las radiaciones. Además, la síntesis de melanina se produce de forma irregular, dando lugar a manchas cutáneas. Disminuye también la respuesta inmunológica de la piel.

  • Dermis (capa intermedia):

Se reduce su espesor en un 20% en personas de edad avanzada. El colágeno degenera tanto química como estructuralmente y además disminuye su síntesis. Se reduce su capacidad de retener el agua, de forma que la piel pierde densidad. Los vasos sanguíneos han variado su estructura y reducido su número, de manera que disminuye la irrigación sanguínea. Esto ocasiona que la piel tarde más en nutrirse, ya que el “alimento” le llega a través de estos capilares. Todos estos factores hacen que la piel se vuelva más pálida. Además, pierde tracción mecánica y capacidad de extensión (esto se observa muy bien cuando pellizcamos suavemente la piel: cuanto más envejecida esté la piel, más tarda en recuperar su lugar). También disminuye la cantidad de células del sistema inmunitario.

  • Hipodermis (capa más interna):

Disminuyen los vasos sanguíneos y se reduce el tejido adiposo, lo que da lugar a la flacidez. La pérdida de melanocitos en la raíz del pelo provoca la aparición de canas. El pelo se vuelve más frágil porque disminuye su densidad y además, crece más lentamente. Las glándulas sebáceas disminuyen su actividad secretora, lo que puede dar lugar a una piel más seca.

El envejecimiento se va produciendo de manera paulatina, determinar el momento exacto en el cuál una piel se considera madura no es algo matemático, sin embargo puedes aprender más sobre el tema en el post que escribimos hace un mes: ¿A qué edad podemos hablar de piel madura?

VISIÓN UANA

En Uana somos conscientes que aceptar el deterioro de la piel y del cuerpo conforme pasan los años no es fácil para muchas personas, pero queremos allanarte el camino para que te gustes cuando te miras al espejo. Por ello, ideamos cosméticos que nos ayuden a mantener la piel hidratada, nutrida y que mejoren el aspecto general de la piel. Siempre sin perder la perspectiva de que la cosmética llega hasta donde llega, y con la filosofía natural y sostenible en la que nos sentimos cómodos y representados.

Espero que te haya gustado el artículo ¡Hasta el próximo!

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